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Nuestra experiencia en el Elephant Conservation Center - Laos


Hoy escribimos este post con un objetivo más allá de que conozcáis este centro. Queremos que antes de ser partícipes de una actividad con animales os informéis y no seáis cómplices del maltrato animal. Y ahora sí! Empezamos a explicaros nuestra experiencia en el Elephant Conservation Center de Laos.

Como ya os hemos contado Laos nos encantó. Por su verde intenso, su naturaleza desbordante y su paz. Es uno de esos países, en los que te detienes, miras a tu alrededor y te sientes afortunado de ser parte de este planeta. Este sentimiento se vio aún más intensificado después de la vista al Elephant Conservation Center, un centro donde se protege al elefante asiático. Fue una gran experiencia pasar allí dos días empapándonos de su respeto hacia estos bellos animales.

Cuando viajamos nos gusta conocer algún proyecto de turismo responsable y entre todos los que podíamos escoger en Laos, este nos robó el corazón desde casa; y una vez allí, nos acabó de conquistar por completo. Fue un regalo!

Aunque nuestro viaje por el sudeste asiático fue de casi de dos meses, este era uno de los lugares con los que soñábamos desde el principio, y la verdad es que la espera mereció la pena.

Hemos tardado en ponernos a escribir sobre este mágico lugar en el blog, pero esperamos que si tenéis pensado viajar a Laos, lo tengáis presente, ya que nos parece un ejemplo brutal de turismo ético y responsable.

Este centro lleva activo desde el 2011, y fue creado por un grupo de expertos, que velan por el bienestar de los animales, la reproducción, y la educación de los mahouts. Y además cuenta con el primer hospital de elefantes de Laos. Reciben elefantes procedentes de la explotación forestal y del turismo, y actualmente también hay algunos elefantes que han nacido en el centro. En este momento hay un total de 30 elefantes, que disfrutan de 530 hectáreas protegidas.

No se trata de un campamento de elefantes, sino que trabajan para resolver diferentes problemas que afectan a los últimos elefantes que quedan en el país, anteriormente conocido como el país del millón de elefantes, y que en la actualidad no llegan ni al millar. Desde el mismo centro también colaboran con otras organizaciones internacionales que velan por la protección y conservación de los elefantes en todo el mundo.

El equipo está formado por veterinarios y profesionales locales e internacionales de diferentes ámbitos. Entre ellos una veterinaria española, con la que nos hubiera encantado coincidir, pero que no estaba en el centro cuando nosotros estuvimos.

Los objetivos del centro son:

  • Rescatar elefantes que trabajan en la explotación forestal y en campamentos turísticos, y así ofrecerles un lugar seguro donde descansar, alimentarse y reproducirse.

  • Incrementar la natalidad. Los elefantes en Laos están en peligro de extinción.

  • Mejorar su bienestar, ofreciéndoles un entorno natural con servicios de calidad.

  • Establecer lazos sociales entre los elefantes.

  • Formar a los *mahouts para que puedan ganarse la vida en actividades de ecoturismo y abandonen sus trabajos en la explotación forestal.

  • Crear conciencia y programas educativos.

*El Mahout es el guía de un elefante a lo largo de su vida. Y en la mayoría de casos los contratan a ambos para trabajar en la explotación forestal, por ello es importante que aprendan otra profesión, que logre sacar a estos animales del maltrato al que se ven sometidos y que permita al mahout obtener unos ingresos. Para traer a muchos de los elefantes al centro han contratado a su Mahout. Por eso en algunas imágenes el Mahout va encima del elefante en los desplazamientos. Nadie más en el centro, bajo ningún concepto sube encima de los elefantes.

En su web encontraréis información más detallada sobre el centro y los proyectos que llevan a cabo. La verdad es que es muy interesante y bonito ver todo lo que están haciendo por estos animales.

Antes de seguir, me gustaría resaltar que no se trata de un un centro para bañarte con elefantes, ni hacerte mil fotos con ellos, ni tocarlos, ni nada que se le pueda parecer. Si sueñas con esa foto, no es tu sitio. Este centro está destinado a aquellos que sueñan con una vida mejor para los elefantes. De hecho, el lema del centro es:

“LET THE ELEPHANTS BE ELEPHANTS”

Y eso significa que los observarás durante dos días. Los verás comer, bañarse, caminar por la reserva libremente, socializar unos con otros… pero para estar en contacto con ellos solo tendrás unos 10 minutos. Y esto es sencillamente, porque el objetivo del centro es que vuelvan a vivir en libertad y para ello no deben acostumbrarse a la dependencia con el humano. Si te parece poco, es porque aún no te hemos contado nada más, porque os aseguramos que la experiencia merece mucho la pena.

El momento ideal para visitar este centro es cuando os encontréis cerca de Luang Prabang. El centro se encuentra en Sayaboury, a unas dos horas y media en mini van. Pero por esto no os debéis de preocupar porque os recogerán en el centro de la ciudad. Desde allí os llevarán a la reserva. Aunque para llegar a ella aún tendréis que coger un barco, que os llevará hasta este bonito rincón de Sayaboury, en el área protegida de Nam Tian.

El entorno de este centro es espectacular. Es naturaleza por todas partes. Os sentiréis en plena jungla, y desde que lleguéis hasta que os vayáis solo veréis verde y elefantes. Nosotros no imaginábamos que fuera tan salvaje y bonito, y nos sorprendió mucho. Te encuentras aislado de la civilización.

Nuestra experiencia de dos días en el centro

Nosotros hicimos el programa Discovery, de dos días y una noche. Compartimos la experiencia con un grupo de unas 10 personas. Lo que más me gustó de esta experiencia, es que en todo momento son los visitantes los que se adaptan a los horarios de los elefantes y no al revés.

Cuando lleguéis al centro os asignaran un guía, que os acompañará en todas las actividades y al que le podréis hacer todas las preguntas que os surjan. Era increíble el buen ambiente que se respiraba entre los mahouts, los guías y el resto del personal del centro. Hacen que te sientas como en casa en todo momento. Otro punto a favor, es que el centro genera empleo entre los habitantes de esta región.

Dormir en este entorno es un auténtico privilegio. Cuando lleguéis os alojarán en una cabaña frente al río. La cabaña, es muy básica, fabricada con elementos del entorno, pero no le falta encanto. En la terraza tendréis una hamaca para disfrutar de las vistas, que son una auténtica maravilla, sobre todo a la hora del atardecer. El lavabo se encuentra en una cabaña exterior. Como veréis todas sus instalaciones utilizan energías renovables y se abastecen del agua del río y de la lluvia.