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Ruta por Laos en 18 días


Recordamos nuestra ruta por Laos en 18 días con una sonrisa. Laos es un país donde el tiempo tiene otro ritmo. Es el país de la calma y el verde infinito. La naturaleza envuelve todo lo que tu vista alcanza. Tiene la suerte de estar situado entre grandes países como son Tailandia, Camboya y Vietnam, lo que hace que muchas veces los viajeros se olviden de marcarlo en su ruta, y no saben que dejan atrás uno de los países más auténticos del Sudeste Asiático.

Nuestros días por Laos, se contagiaron de la calma del país, y aunque nuestra ruta en un principio iba a ser más ambiciosa, decidimos disfrutarlo sin prisas. El resultado fue un regalo: tres semanas rodeados de naturaleza y saboreando cada día sin mirar el reloj. Volvimos a sentirnos salvajes y libres, aislados del ritmo real de nuestro día a día. Disfrutamos de saltar descalzos en los charcos, de largos paseos en bicicleta, de ver a los niños jugar en la calle, de los atardeceres con una Beerlao bien fresquita…

Nos sentimos muy afortunados, porque teníamos ante nosotros grandes paisajes y no los teníamos que compartir con cientos de turistas más. Todo estos momentos hacen que guardemos muy buenos recuerdos de los días que pasamos recorriendo este país.

Llegamos a Laos después de tres semanas por Malasia y unos días alucinando con los templos de Angkor… veníamos con el listón alto y las ilusiones por las nubes, y este país siguió alimentando estas sensaciones de principio a fin.

Nuestra ruta duró 18 días. 18 días rodeados de cascadas, montañas, arrozales, búfalos de agua… y en los que nos cruzábamos con más animales que personas a lo largo del día. ¿Suena bien, verdad?

Todos los traslados los hicimos por carretera, en bus público o vans privadas. Los horarios son los que son y las carreteras también, así que es un país en el que entrenas la paciencia. Eso sí, los paisajes que veréis a través de la ventanilla, os harán que os centréis en el camino y no en la llegada. Los baches también ayudarán a que no os durmáis, avisados estáis!

Nuestro itinerario fue:

  • 4000 mil islas (3 noches)

  • Pakse - Bolaven Plateau (2 noches)

  • Vang Vieng (3 noches)

  • Luang Prabang (5 noches)

  • Sayaboury- Elephant Conservation Center (1 noche)

  • Nong Khiaw (1 noche)

  • Muang Ngoi Neua (1 noche)

Al final de este post encontraréis nuestra ruta detallada día a día.

Nosotros entramos por el sur del país cruzando por tierra la frontera de Camboya, con fama de ser la más corrupta de Asia, y que evidentemente estuvo a la altura de su fama (ya os lo contaremos en otro momento). Una vez que nos estamparon el sello en nuestro pasaporte, subimos a la camioneta que nos esperaba y supimos que empezábamos una gran aventura. Nuestro primer contacto con el Mekong fue con el atardecer de fondo, así que nos olvidaramos rápidamente del timo de la aduana y de las 10 horas que llevábamos encajados en una van cual piezas de tetris. Y así llegamos a la primera parada de nuestra ruta por Laos en18 días

  • SHI PHAN DON: LAS CUATRO MIL ISLAS

Shi Phan Don o las cuatro mil islas son uno de los lugares más auténticos que hemos encontrado viajando. Si el tiempo en general en Laos se ralentiza, allí concretamente se detiene, y todo va a otro ritmo. Que este fuera nuestro primer contacto con el país fue un choque fuerte. Realmente no teníamos muy claro que encontraríamos y el escenario llamó nuestra atención desde el primer minuto.

Se trata de pequeño islotes formados en el río Mekong. El número de islas depende del nivel del agua, ya que durante unos meses algunas quedan por debajo del nivel del río y desaparecen. No son islas paradisíacas, son islas rurales, con condiciones adversas como inundaciones en la época de lluvias, pero son de lo más auténtico que encontraréis en el sudeste asiático. Es como retroceder a otra época, donde los niños pasan el día jugando en la calle, los animales andan sueltos, no hay vehículos a motor, quitando unas cuantas motos, y los búfalos de agua se pasean a sus anchas por los caminos. El medio de transporte a oficial son unas lanchas con un motor que hace un ruido horrible. Los días allí se resumen en paseos en bici recorriendo las dos islas principales, relax en la hamaca contemplando el Mekong y bonitos atardeceres con una Beerlao en mano.

  • PAKSE: BOLAVEN PLATEAU

Nuestra siguiente parada fue Pakse. El punto de partida para iniciar un loop por el Bolaven Plateau, una ruta que transcurre entre aldeas y cascadas. Llegamos hasta aquí sin saber como haríamos el loop, ya que ninguno de los dos hemos conducido anteriormente moto y nos daba miedo que nuestra primera vez fuera por las carreteras de Laos (en esta zona están mucho mejor de lo que pensábamos). Así que al llegar fuimos a investigar, nuestra idea era alquilar coche e ir por libre, pero todo lo que nos ofrecían era caro y sin seguro, por lo que rechazamos la idea. Finalmente negociamos con un taxista para que nos llevara hacer el loop corto por el Bolaven Plateau. Nosotros le marcamos lo que queríamos ver y el fue nuestro chófer por dos días, lo que nos dio mucha más libertad que un tour organizado. Si sabéis conducir moto sin duda es la mejor opción para recorrer. Esta zona nos regaló poblados muy auténticos, cascadas y naturaleza allí donde miraras. Además la zona es famosa por sus plantaciones de café así que también hicimos alguna parada para degustarlo.

  • VANG VIENG

Fue una de las mejores partes del viaje. Los paisajes más espectaculares que vimos en Laos están en esta zona. El paisaje más bonito que han visto mis ojos está aquí.

Son muchos los viajeros que lo tachan de su ruta debido a su mala fama por el turismo desfasado y el tubbing, que consiste en descender el río subido en un neumático de caminón haciendo varias paradas para ir bebiendo alcohol, y que evidentemente ha acabado con la vida de muchos turistas. Pero no nos engañemos Vang Vieng es mucho más que el tubbing, de hecho nosotros al ser temporada baja no vimos a nadie haciendo tubbing, pero lo que nos ofreció esta zona fue de lo mejor de nuestro viaje.

Vang Vieng se encuentra en una zona rodeada de montañas kársticas, arrozales, lagunas donde bañarse y caminos por los que perderse. Nuestros días allí consistieron en alquilar una bici y llegar a nuestro aire a todos los sitios. La otra opción es alquilar moto.

Nos pasamos los días haciendo trekkings, bañándonos en lagunas naturales, visitando cuevas… paseando en bici con la compañía de paisajes espectaculares. La verdad es que fue llegar y enamorarnos por completo.

Nuestra primera idea desde aquí era trasaladarnos hasta Kon Lor, para visitar su impresionante cueva, pero nos avisaron que la zona había estado cerrada los días previos debido a unas fuertes inundaciones, y descartamos pegarnos un tute de más de 12h si nadie nos aseguraba que podríamos disfrutar de la zona. Ya tenemos una buena excusa para volver, ya que el centro del país también debe tener paisajes espectaculares.