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Ruta por Alsacia y Selva Negra


Este verano he recorrido durante 6 días Alsacia y Selva Negra. Ha sido un viaje con mis amigos de siempre. Irnos la última semana de agosto se está convirtiendo en una tradición y nos sirve para coleccionar risas y anécdotas para unos cuantos meses.

Cuando viajamos los 5 suele repetirse el mismo patrón: el viaje no suele estar muy organizado, pero siempre acaba saliendo bien. Normalmente elegimos el destino intentando que sea un lugar nuevo para todos. Así que con cuatro consejos previos compramos el vuelo, alquilamos apartamento y coche y nos fuimos de road trip a recorrer esta parte de Europa, que os digo desde ya que nos ha encantado...

Voy a intentar explicaros todos esos lugares que hemos descubierto y que creo que merecen la pena y voy a compartir con vosotros nuestra ruta.

Este viaje es ideal tanto si váis en pareja, con amigos o con niños, ya que ofrece muchas opciones diferentes. Es una ruta ideal para puentes o para una escapada, ya que si no tenéis muchos días podéis elegir una de las dos zonas y dejar la otra para otro momento. Si tenéis más tiempo podéis ampliar la ruta y seguro que encontráis lugares también muy interesantes.

Estoy segura de que esté rinconcito de Europa os va a gustar mucho, porque todos los paisajes y pueblos tienen mucho encanto, parecen sacados de un cuento.

DATOS PRÁCTICOS

+ Aeropuerto

El aeropuerto más cercano es el de Basel-Mulhouse-Friburgo, también conocido como EuroAirport. Se trata de un aeropuerto transfronterizo, entre Francia y Suiza. Desde el mismo aeropuerto puedes decidir porque país salir. No tengáis miedo porque está todo bien indicado y no da lugar a pérdida. Nosotros salimos por el lado francés, porque era donde nos salía a mejor de precio el coche de alquiler.

Desde España EasyJet es la compañía que ofrece vuelos lowcost a este aeropuerto.

Sino disponéis de vehículo de alquiler, en tren o bus podréis llegar fácilmente a Friburgo, Basilea o Mulhouse desde el aeropuerto.

+ Coche de alquiler - Transporte público

Alquilar un coche se hace casi imprescindible si se quiere disfrutar al máximo de la ruta, ya que lo ideal es visitar varios puntos cada jornada. Además el paisaje que iréis encontrando os dará ganas de parar y salir del coche para contemplar las vistas.

Si finalmente decidís alquilar un coche y voláis al aeropuerto de Basel-Mulhouse-Fribugo os aconsejo que previamente comparéis en que sector os sale más barato el alquiler, ya que normalmente los precios varían y suele salir un poco más barato en el lado francés.

Si os decantáis por el transporte público, este llega tanto en Alsacia como en Selva Negra a todos los lugares turísticos.

En Alsacia en la época de Navidad existe un servicio extra de autobús que conecta los principales mercadillo navideños.

+ Alojamiento

Nosotros decidimos coger un alojamiento en cada zona y desde allí hacer ruta. Otra opción es dormir cada día en el lugar donde acabéis vuestra ruta.

En la zona de Selva Negra, que fue nuestra primera parada, nos alojamos en Simonswald, un pueblo bastante céntrico respecto a las zonas que queríamos visitar. El alojamiento se encontraba a las afuera de este pueblo, que ya de por sí era pequeño, por lo que estábamos perdidos en medio de un prado rodeado de montañas, un riachuelo, árboles y vacas. Era un paisaje bastante idílico, despertarse con esas vistas es un gustazo!

El apartamento estaba situado en una casa que tiempo atrás había sido una granja. Era grande y estaba muy bien cuidado. Aunque su dueña no hablaba nada de inglés... aún me pregunto como llegamos a entendernos.

Lo alquilamos a través de Airbnb. El alojamiento se llama Frühlingssonne.

Si hacéis click aquí tendréis 25€ de descuento para vuestra reserva (si aún no estáis registrados)

Para explorar Alsacia, decidimos alojarnos en Colmar. Como descubriréis las distancias entre pueblos en esta región son muy cortas. Así que no tendréis que pasar mucho rato en el coche. El punto más alejado de Colmar es Estrasburgo.

En Colmar estuvimos en un apartamento digno de una revista de diseño de interiores. En pleno corazón del casco antiguo, y desde el que se podía ir caminando a todos los puntos de interés de la ciudad. Además estaba cerca de un parking gratuito. Era un lugar de esos en los que te quedarías a vivir. El alojamiento se llama Gîte Atelier de Hansi.

Lo podéis encontrar tanto en Airbnb como en Booking.com.

+ Otros datos prácticos

El horario de comidas va de las 12 a las 14h aproximadamente y el de las cenas de 7 a 21:30-22h como máximo, en algunos lugares incluso antes. Por lo que os aconsejo que lo respetéis, ya que fuera de esos horarios es difícil encontrar donde comer.

Si viajáis con niños son dos zonas con una amplia oferta de actividades para hacer en familia.

Si viajáis con ganas de vida nocturna, siento deciros que no es la zona más indicada de Europa. A pesar de haber ido en verano, sobre las 21h las calles se vacían. Exceptuando las ciudades grandes como Friburgo o Estrasburgo, en las otras es difícil encontrar vida a partir de las 22h.

Las tiendas cierran alrededor de las 18h. Si más tarde de esa hora necesitáis encontrar un supermercado, es probable que encontréis alguno abierto en las carreteras que conectan diferentes pueblos.

Ya no me alargo más y os dejo la lista de los lugares que no os podéis perder! Abajo tenéis nuestra ruta para saber en que orden recorrimos ambas zonas!

Alsacia, es una pequeñas región de Francia que parece sacada de un cuento... Limita con Suiza y Alemania, y con esta última comparte parte de su marcada cultura.

Pasear por cualquiera de sus pueblos es como hacer un viaje a través del tiempo. La denominación “pueblos con encanto” se queda corta, ya que todos parecen el decorado perfecto de una película medieval.

Su casas de colores y entramados de madera te hacen sentir como si estuvieras paseando por un mundo mágico.

Esta zona se puede disfrutar en cualquier época del año. Durante los meses más calurosos descubriréis un paisaje verde lleno de viñedos y salpicado por pueblos pintorescos, que invitan a callejear o a disfrutar de su gastronomía en sus bonitas terrazas. Si decidís ir en invierno, en especial cerca de Navidad, encontraréis muchos mercados navideños. Y me consta que en Pascua también tienen su propia decoración! Así que en cualquier época tiene su encanto. Yo ya estoy deseando volver en Navidad, tiene que ser mágico!

La mayoría de lugares de los que os hablaré son pequeños y fáciles de recorrer a pie. En un día se pueden visitar varios pueblos, como luego veréis en nuestra ruta. Colmar y Estrasburgo serán las ciudades más grandes del recorrido y a las que tendréis que dedicar más tiempo.

Los pueblos más bonitos de Alsacia...

- Estrasburgo

Estrasburgo es la capital de Alsacia, la reina de los mercados navideños y la sede de importantes órganos de la Unión Europea, como son el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa o el Tribunal de Derechos Humanos .

Es una ciudad con un casco histórico medieval muy bien conservado y bañada por una red de canales que le dan un aire muy romántico. En ese casco histórico se encuentra la gran Catedral de Notre Dame. Una catedral de estilo gótico realmente impresionante y que bien merece una visita (la entrada es gratuita). La plaza donde se encuentra es una de las más animadas de la ciudad y en ella también encontraréis la famosa Casa Kamerzell, con sus 75 ventanas y su bonita fachada.

Un imprescindible si se dispone de poco tiempo en la ciudad es pasear por la Petite-France, en sus calles encontraréis casas que parecen sacadas de un cuento, así como también muchos rincones idílicos junto a los canales, donde apetece sentarse a ver la vida pasar..

Al final de la Petite-France llegaréis a los Ponts Couverts, antigua fortificación de la ciudad, que se puede atravesar gratuitamente y desde donde tendréis unas bonitas vistas.

Si se dispone de tiempo se puede visitar la zona del Parlamento Europeo.

- Obernai

Muy cerquita de Estrasburgo encontraréis Obernai. Un pueblo situado entre las montañas de los Vosgos y el monte Sainte Odile. Su casco histórico es perfecto para recorrerlo a pie y en él encontraréis restos de lo que fue la antigua muralla. Es un pueblo en el que si paráis atención encontraréis muchos detalles en sus ventanas y fachadas. Os tengo que decir que lo visitamos a final de la tarde después de recorrer Estrasburgo y no le dedicamos más de una hora.

En el centro del pueblo se encuentra la Plaza del mercado, una plaza rodeada de bonitos edificios, entre los que destacan el ayuntamiento y el edificio del Mercado del Trigo. Cerca de la plaza está Patio Fastinger, es el patio privado de una casa, y en el encontraréis varios elementos del siglo XV y un pozo.

También estuvimos frente a la bonita la Iglesia de San Pedro y San Pablo, pero estaba cerrada y no la visitamos.

- Colmar

Es la ciudad más conocida de esta región y una de las imprescindibles.

Colmar además de por sus vinos es famosa por su gran pasado histórico, ya que en varias épocas perteneció a Alemania, de ahí que mantenga gran influencia de ambos países y que esta se refleje en su arquitectura. Su centro histórico perfectamente cuidado, lleno de casas de colores y entramados de madera invita a pasear sin prisas.

El barrio de obligada visita es la Pequeña Venecia (Petite Venise), donde las casas más coloridas se sitúan frente al río, cruzado por varios puentes, cargados de flores . Existe la posibilidad de pasear por el río en una barquita y conocer la ciudad también desde esta perspectiva.

En Navidad, es también una de las ciudades más visitadas por su gran mercado navideño y la decoración que inunda las fachadas de las casas y las calles.

Como curiosidad os diré, que es la ciudad que vio nacer al escultor de la Estatua de la Libertad (Augusto Bartholdi) prueba de ello es la replica que luce en una rotonda que se encuentra a la entrada de la ciudad.

- Kaysersberg

Kayserberg fue uno de los pueblos que más me gustaron. Un paseo por sus calles adoquinadas te transporta a otros tiempos. El pueblo se encuentra rodeado de viñedos y montañas en el valle de Weiss. Destaca por su colorido, sus calles engalanadas con flores y sus tiendas de artesanía, donde dan ganas de comprar de todo... Es un pueblo donde mires donde mires siempre hay algún rinconcito digno de foto.

Fue uno de los pueblos que recorrimos sin prisas. El pueblo a medida que avanzaba la mañana se iba llenando de gente, por lo que os recomiendo visitarlo prontito si lo queréis disfrutar sin masificaciones.

Uno de los rincones más fotografiados es la Plaza Jean Ittel, con la fuente del Emperador Constantino frente a la Iglesia de la Ste-Croix. En esta plaza rodeada de flores se encuentra una de las fachadas más Instagramables de toda Alsacia, sino juzgar vosotros mismos...

Si sigues la calle principal llegas hasta el puente fortificado que cruza el río Weiss y que ofrece una bonita panorámica de las casas junto al río.

- Riquewihr

Riquewihr también esta incluído entre los pueblos más bonitos de Francia. El pueblo aún conserva parte de lo que un día fue su fortificación y se encuentra rodeado de viñedos. Para acceder a él hay que traspasar su muralla a través de pequeñas puertas o bien por las torres de entrada a la ciudad, que aún se conservan en perfecto estado. Al traspasar esas puertas, os sentiréis como si hubierais hecho un viaje en el tiempo.

Igual que los anteriores, es un pueblo colorido y bien conservado. Todas sus calles adoquinadas ofrecen rincones con mucho encanto. En la calle principal encontraréis todo tipo de tiendas con productos de la zona y artesanías.

En este pueblo encontraréis la preciosísima tienda de Navidad de Käthe Wolhfahrt. Una tienda donde todo el año es Navidad, y donde podréis encontrar los adornos más bonitos y elaborados que he visto nunca. Hace unos años tuve la oportunidad de visitarla en Brujas, pero la tienda de Riquewihr es aún más impresionante. No os la podéis perder!

- Ribeauvillé

La ciudad de Ribeauvillé se encuentra rodeada por unas colinas presididas por tres castillos: St-Ulrich, Girsberg y Haut-Ribeaupierre.

Es una villa pequeña y con gran encanto, que se recorre fácilmente a pie. La mayoría de sus lugares de interés se encuentran atravesando la Grand Rue hasta llegar a la Torre des Bouchers.

Os recomiendo llegar antes de las 18h, para encontrar sus tiendas gourmets y pastelerías abiertas.

Si os pasa igual que nos pasó a nosotros, que llegamos a esta villa después de haber visitado más pueblos y de no haber parado en todo el día... tengo un gran tip viajero, que una amiga me pasó... El Balneario Barrière. Un Spa con piscinas climatizadas interiores y exterioires, con vistas a las montañas que envuelven Ribeauvillé. Un lugar perfecto para desconectar y ver el atardecer mientras os dais un caprichito.

- Eguisheim

Fue elegido en el 2013 por los franceses como el pueblo más bonito de Francia, y la verdad es que razón no les falta. La principal curiosidad de este pueblo es que sus calles están dispuestas en círculos concéntricos. La ciudad antiguamente había estado completamente fortificada. Su distribución, sus calles empedradas, sus tejados rojizos y su colorido, hacen que te sientas el protagonista de un cuento.

En Eguisheim encontraréis una de las esquinas más fotografiadas de Alsacia, varias fuentes, iglesias y hasta un castillo.

En Navidad el pueblo organiza un precioso mercado navideño y decora todas sus calles. Os confieso que no lo recorrimos de arriba a abajo, pero sí que lo disfrutamos mucho, ya que cuando llegamos el pueblo estaba de fiesta. Era la fiesta del vino de Eguisheim (Se hace a finales de agosto,consultar fechas), considerada la capital de la ruta del vino de Alsacia. Decenas de carrozas temáticas y comparsas pasaban por las calles rellenando los vasos de todos los que allí estaban disfrutando de la fiesta. Vasos que previamente habíamos pagado en la entrada al pueblo, ya que la fiesta ocupaba el centro de la villa.

La verdad es que al principio nos chafó un poco la visita, lo habíamos dejado para el final, porque era uno de los pueblos que más ganas teníamos de ver, pero nos unimos a la fiesta y la alegría del vino hizo que lo pasáramos en grande. Después ya dedicamos un rato a pasear y fotografiar sus pintorescas calles.

- Turckheim

Otra de las villas de esta región que muestra un arquitectura especialmente cuidada y que te transporta a la época medieval.

En la villa aún se conservan tres de sus torres de defensa: puerta de Francia, Munster y Brand.

Si atravesáis el pueblo por la Grand Rue llegaréis a la Plaza Turenne, la plaza donde se encuentra el ayuntamiento y varias casas de poca altura de estilo Alsaciano.

En Turckheim, en la Grand Rue encontramos la Pizzéria Roma donde comimos una deliciosa Tarte Flambée, una pizza Alsaciana hecha con una masa fina riquísima.

- Castillo Haut-Koenigsbourg

Este castillo medieval perfectamente conservado, se encuentra a unos 750m de altitud y tiene unas vistas espectaculares de todo el valle. A pesar de ser bonito y estar bien conservado, lo recomiendo si se dispone de tiempo y no se va con prisas, ya que al encontrarse en lo alto de una colina hay que conducir unos 20 minutos por una carretera con curvas.

La fachada preside el valle y a medida que te acercas impone por sus dimensiones. En la visita podréis visitar diferentes estancias del castillo.

A pesar de salirse un poco de la ruta me sorprendió ver toda la gente que había, por lo que recomiendo ir a primera hora, aunque es cierto que al atardecer el valle se tiñe de un dorado especial. La entrada para visitar el castillo cuesta 9€, aunque se puede acceder al patio central y a los jardines de los alrededores sin pagar entrada.

Si igual que yo no eres un apasionado de los castillos, puede ser que lo que más te guste de la visita sean las vistas que tendréis del valle!

La Selva Negra (Schwarzwald), se encuentra en el sur de Alemania, en el estado de Baden-Wurtenberg, fronteriza con Francia y Suiza. Recibió este nombre de los romanos ya que su gran vegetación no dejaba pasar la luz del sol.

Sus paisajes se caracterizan por la gran variedad de verdes que ofrecen. Es una región salpicada bosques de altos abetos, cascadas, pueblos de cuento, granjas... un rincón donde aún es posible respirar aire puro y estar en contacto con la naturaleza.

Esta zona es ideal para combinar excursiones y naturaleza con pueblos pintorescos, así que no hay excusa para dejarse seducir por esta zona.

Los esenciales de Selva Negra...

- Friburgo Friburgo, o mejor dicho, Friburgo de Brisgovia, es la capital de la Selva Negra y para mi fue una de las sorpresas del viaje. Es una ciudad muy bonita, con cierto aire bohemio y de las más animadas que vimos a lo largo del viaje, seguramente por ser una ciudad universitaria.

Su centro histórico conserva sus calles adoquinadas, sus fachadas llenas de detalles, sus plazas y torres de defensa y el tranvía atravesando las calles principales. Si os fijáis cerca de las aceras se conservan unos riachuelos, que reciben el nombre de Bächle. Antiguamente servían para tranportar el agua no potable, aprovechando la fuerza del agua que bajaba de los manantiales de las montañas cercanas. Entre sus plazas más importantes se encuentra la de Münsterplatz, la plaza de la Catedral de Friburgo, de estilo gótico. Nosotros nos tuvimos que conformar con verla desde fuera, ya que estaba en obras la entrada principal. Tiene una sorprendente arquitectura exterior. Alrededor de la plaza hay muchos restaurantes con terrazas al aire libre. Lo mejor de la ciudad es perderse por sus calles ya que encontraréis muchos rincones con encanto. Entre ellos destaca la calle de los enamorados, una calle con restaurantes de estilo romántico y cubierta por enredaderas.

Es una ciudad grande y nosotros no tuvimos mucho tiempo para visitarla, ya que llegamos a media tarde, pero descubrimos un sitio que nos encantó y que quiero compartir con vosotros, ya que desde allí tendréis unas bonitas vistas de la ciudad, sobre todo si vais al atardecer cuando la ciudad se tiñe de tonos rosas y dorados. Este lugar es el Kastanien Biergarten, una terraza al aire libre con vistas panorámicas de la ciudad, donde sirven comida rápida bien elaborada y buena cerveza. Es un lugar idílico para finalizar una visita a la ciudad.

El Biergarten está sobre la colina Schlossberg, para llegar a ella hay que cruzar la torre de defensa de entrada a la ciudad y cruzar el puente. Desde allí puedes subir caminando o bien en ascensor.

- Gengenbach Gengebach fue a mi parecer el pueblo más bonito que visitamos en la Selva Negra. Solo traspasar la puerta de la antigua torre de defensa, te das cuenta de que has llegado a un lugar mágico. Por eso no es de extrañar que Tim Burton lo eligiera como escenario de la película “Charlie y la fábrica de chocolate”.

En este pueblo se respira tranquilidad, no está abarrotado de turistas y sus calles están decoradas con flores de todos los colores y con pequeños detalles en las entradas de las casas. Las calles más bonitas y mejor conservadas son Höllengasse y Engelgasse. Son dos calles que merecen un buen paseo y cientos de fotos, creo que guardar la cámara se convierte en misión imposible!

Nosotros empezamos la visita en la torre que da entrada al pueblo junto al río. Atravesamos la calle principal y llegamos hasta la plaza del ayuntamiento. La plaza es amplia y esta rodeada de tiendecitas y restaurantes. Es un buen lugar para sentarse a contemplar la belleza de esta villa.

El ayuntamiento tiene un fachada con 24 ventanas, que se convierten en un calendario de adviento en Navidad. Sin duda en esta época el pueblo debe ser aún más idílico si cabe. Paseando por casualidad encontramos un patio interior con varios restaurante y terrazas exteriores, era un lugar muy tranquilo. Se encuentra en la calle Hauptstraße. Cenamos en el restaurante Spl una gran variedad de platos típicos de la zona, en un ambiente muy tranquilo.

- Triberg Las cascadas y los relojes de cuco son lo que han hecho famosa esta población, que se encuentra en el corazón de la Selva Negra.

Los habitantes de esta zona dicen que son las cascadas más altas de Alemania, pero si os informáis un poco veréis que forma parte de una mentira piadosa para atraer turistas. Eso sí, aunque no sean las más altas sí que son muy bonitas, y aunque bastante turísticas merece la pena visitarlas.

La cascada con una altura de más de 160m está compuesta por varios saltos de mayor o menor nivel, y para verla al completo se accede por un paseo paralelo a la caída del río Gutach.

Se puede acceder a la cascada desde el mismo pueblo o bien desde la carretera que llega a Triberg. La entrada para acceder a las cascadas cuestan 4€, y con ella os darán un folleto con un mapa donde viene marcada la ruta.

El pueblo de Triberg también es tremendamente turístico. Su calle principal frente al río está repleta de tiendas de souvenirs para turistas y sus fachadas presumen de tener relojes de cuco de gran tamaño.

Otra de las actividades turísticas de Triberg es visitar los dos relojes de cuco más grandes del mundo. El más antiguo de los dos, el de Schonach, era el más grande hasta que construyeron el que se encuentra a la salida de Triberg en Eble Uhren-Park.

Para ver el de Schonach hay que pagar 2€, y si tienes suerte o no vas con prisa puedes esperar a que salga el cucut y ver como funciona todo el mecanismo. El de Eble Uhren-Park se puede ver gratuitamente. Son evidentemente dos relojes curiosos y bonitos, pero no creo que sea una parada obligatoria, al no ser que te gusten los relojes de cuco o vayas con niños.

- Schiltach

Para conocer Schiltach no hace falta mucho tiempo, pero eso no quita que sea uno de los pueblos más bonitos de esta zona. La mayoría sus casas tienen un cuidado entramado de madera y el pueblo está rodeado por espesos bosques.

Es una villa muy tranquila, con poco turismo. Se respira paz en sus calles. Conviene que hagáis una parada en la Plaza del mercado, donde encontraréis el ayuntamiento con su tejado escalonado y una bonita perspectiva de la ciudad, ya que esa calle hace pendiente.

- Wolfach

Es una pequeña población construida a ambos lados del río. Se encuentra rodeada de montañas y una vez que pasas su torre de entrada te encuentras con una bonita calle principal llena de banderas y casas coloridas. Es de los pocos pueblos donde el entramado de madera no está tan presente, aunque eso no quita que tenga rincones muy pintorescos.

- Lago Titisee

Este lago junto con Triberg son dos de los platos fuertes de la Selva Negra y los dos comparten una característica: están repletos de turistas y tienen un gran atractivo.

Titisee es el lago natural más grande de la Selva Negra, con más de 700m de ancho y 2km de largo. No vayáis pensando que estará en medio de la naturaleza, porque os llevaréis un chasco como me pasó a mi. Alrededor del lago han construido hoteles y restaurantes, y es una de las zonas más masificadas que encontramos en nuestra ruta. Se pueden alquilar embarcaciones para recorrerlo y me consta que en invierno se convierte en una gran pista de patinaje.

Las mejores vistas del lago las obtuvimos atravesando con el coche la carretera que lo rodea, ya que queda en altura y lo ves con más perspectiva.

- Lago Windgfällweiher

Este lago de nombre impronunciable y poco frecuentado por turistas lo encontramos de camino a Todtnau. Se trata de un lago natural donde está permitido el baño. Por lo que si estáis por esta zona en verano y el tiempo lo permite, es ideal para pegarse un chapuzón o bien alquilar una canoa.

- Cascada de Todtnau

Todtnau es famoso por sus cascadas situadas en un bonito entorno natural a pocos kilómetros del pueblo. La cascada está compuesta por varios saltos de diferentes alturas. Nosotros por falta de tiempo visitamos la caída más grande, que es la más famosa. Encontraréis un puente para observarla de frente y unas tumbonas para disfrutar de la vistas desde. Desde allí mismo parten algunas de las rutas de senderismo que se pueden realizar para ver todos los saltos que componen la cascada.

Si igual que nosotros disponéis de poco tiempo, os recomiendo que cojáis la carretera que va de Todtnau a Friburgo y sigáis las indicaciones que anuncian la cascada. Podréis dejar el coche en un parking gratuito y solo tendréis que caminar unos 10 minutos para verla. Es una parada que merece la pena!

- Excursión - Cascada Edelfrauengrab

Ese día teníamos ganas de montaña y de caminar, así que fuimos a descubrir la ruta que sale de la cascada de Edelfrauengrab al norte de la Selva Negra.

Se trata de una ruta en la que iréis descubriendo diferentes saltos de agua a medida que ascendáis. Después de unos 45 minutos de caminata, el paisaje cambia y te adentras en una zona de montaña de mayor pendiente que atraviesa los espesos bosques de la Selva Negra, para acabar pasando por prados de verde intenso. Si se hace completa es una ruta de unos 12km, con algún tramo duro debido a la pendiente, pero con una gran variedad de paisajes. Si no se dispone de tiempo se puede hacer solo el primer tramo, en el que veréis los saltos de agua.

Para llegar debéis seguir las indicaciones que ponen "Edelfrauengrab-Wasserfälle" y una vez paséis la cantera que hay tendréis que dejar el coche en el párking que encontraréis. Para hacerla es importante tener en cuenta las condiciones atmosféricas, ya que en pleno invierno podemos encontrar la zona nevada.

Después de esta lista de lugares que os recomiendo para disfrutar al máximo de estas dos zonas, os dejo con la ruta que seguimos a lo largo de los 6 días. Como siempre digo, lo importante es que cada uno haga el viaje a su gusto, quitando y poniendo aquellos lugares que más le llamen la atención...

Espero que con toda esta información os animéis a descubrir estos dos rinconcitos de Europa... Es una ruta que me sorprendió y de la que disfruté mucho! Ahora solo me falta volver algún día en Navidad!

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Soy Ester. Adicta a la vida, los viajes y las fotos.

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